En
junio de 2017 hice un viaje anhelado y por mucho tiempo aplazado, la
provincia de Soria. Arrinconada en el noroeste de la Meseta
Castellana y aislada por el mastodonte montañoso del Sistema
Ibérico, Soria es provincia hermosa, de naturaleza y paisajes muy
variados, recorrida por río Duero.
En
San Esteban de Gormaz, donde se inicia la denominación de Vinos de
la Ribera del Duero, hay decenas de pequeñas bodegas excavadas en la
montaña que corona la población. Deambulando por sus callejas
empinadas y solitarias conocí a Agustín Tomás Ballano, El Pájaro,
que abría una de esas pequeñas bodegas y, ante el descaro que debí
mostrar en la mirada, gentilmente me ofreció pasar a conocerla.
Agustín
es hombre vital, inquieto, generoso y abierto. No solo me ofreció
probar sus vinos, tinto y rosado, sino que compartió todo lo
alimenticio que en su frigorífico guardaba. Una pareja de ingleses
también se colaron en su santuario y fueron tratados con igual
franca cortesía.
Y
ahora viene el caso que relaciona este largo preámbulo con los
callos, en este caso de cordero. En su frigorífico había una bolsa
hermética de unos cinco kilos que resultaron ser callos de cordero,
guisados en un bar-restaurante llamado El Bomba y que aguardaban ser
ingeridos en celebración local donde las bodegas se abrían y
corrían el vino y las viandas. Agustín, en una muestra más de su
hospitalidad, nos acompañó al Bomba -los ingleses no quisieron
perderse nada de aquel fortuito encuentro-, y probamos el más
exquisito y desconocido manjar que en callos he comido.
Suaves, sedosos, tiernos, en nada grasientos, en nada parecidos a ese color por el que para todos los callos son reconocibles, deliciosos, delicados... para perderse en ellos.
Suaves, sedosos, tiernos, en nada grasientos, en nada parecidos a ese color por el que para todos los callos son reconocibles, deliciosos, delicados... para perderse en ellos.
Si
alguna vez visitas San Esteban de Gormaz no te los pierdas, pero ten
presente que no te resultará fácil que te atiendan en tan
concurrido local. No desistas, aguanta y algo sorprendente
se abrirá a tus sentidos.
Dirección: Av. Valladolid, 131, 42330 San Esteban de Gormaz, Soria.
Tlfno:
975 35 00 59
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